Pan Diario

23 de agosto de 2025

Colosenses 3:1-4 (AMPC)

[1] Si, pues, habéis resucitado con Cristo [a una vida nueva, compartiendo así Su resurrección de entre los muertos], buscad y anhelad las [ricas y eternas riquezas] de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios.

[2] Poned la mira y mantenedla puesta en las cosas de arriba (las cosas más elevadas), no en las que están en la tierra.

[3] Porque [en lo que respecta a este mundo] habéis muerto, y vuestra [nueva y verdadera] vida está escondida con Cristo en Dios.

[4] Cuando Cristo, que es nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en [el esplendor de Su] gloria.

Una Vida Escondida

Hermano William Branham, 1955-10-06A

¿Ha significado Cristo para ti más que todo el mundo? No me refiero a una emoción o a una excitación mental; me refiero a lo profundo de tu corazón, a que algo se haya asentado allí, a que algo haya ocurrido, que no sabes cómo vino, pero que estás escondido, y todo tu motivo es servir a Jesucristo.

¿Has entrado en ese lugar, mi querido hermano? ¿Has llegado a ese lugar donde no te importa lo que diga nadie, no para salir y actuar con soberbia, sino hasta que el amor de Dios esté tan anclado en ti, que no puedes ver nada más, que todo tu motivo es hacer la voluntad de Dios, amar a todos, con amor fluyendo libre desde todas partes?

¡Qué lugar para vivir! Ese es el lugar escondido. Ese es el lugar al que tenemos que llegar, mis hermanos. Ese es el lugar donde Dios revela Sus cosas secretas. Ese es el lugar donde Dios hace el llamamiento y el posicionamiento.

El Camino de Regreso

Hermano William Branham, 1962-11-23

23 Dios siempre tiene un pueblo en alguna parte al cual Él puede señalar y decir: “Eso es.” Oh, yo quiero estar entre ese número. Estoy seguro de que todos queremos estar allí, es el deseo de cada corazón. Queremos estar entre ese número al que Dios pueda decir: “Este es Mi pueblo. Mírenlos, ellos son un ejemplo de lo que Yo soy. Están reflejando Mi Vida en la suya, han rendido su vida, y Yo estoy reflejando la Mía, la Vida, a través de la suya.” ¡Qué cosa tan hermosa! ¡Qué…! ¡Cómo debe hacer sentir bien a Dios saber que tiene a alguien en quien puede confiar! Y Él tenía a un hombre, y su nombre era Elías.

(...)

43 Elías quizás no tenía un LL.D. ni un Ph.D. Francamente, no sabemos nada de él, simplemente apareció en la escena y salió de la escena de la misma manera. No sabemos quiénes fueron su papá y su mamá, no sabemos nada de él, pero Dios sí sabía de él. Encontró a un hombre que podía usar, y encontró a un hombre que no tenía miedo. No importaba si toda la nación estaba en su contra, él todavía llamaba lo negro, “negro,” y lo blanco, “blanco.”

44 Dios, envíanos otro. Así es. Envíanos a alguien que no tenga miedo, alguien que no necesite los honores y alabanzas de los hombres, alguien que mire solamente a Dios, que crea a Dios y hable la verdad. Esa persona que haga eso, Dios vindicará esa verdad como verdad.