Pan Diario

09 de junio de 2025

1 Reyes 18:17-19

17 Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? 

18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales. 

19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.

20 Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 

21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 

22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 

23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. 

24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ese sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

¿Por qué tenía que ser a los pastores?
Rev. William Marrion Branham – 21 de diciembre de 1964

¿Sabías que la historia se repite cada cierto tiempo? Es un hecho comprobado. Podría suceder de nuevo justo a nuestro lado. "Oh", dices, "Si yo hubiera vivido en ese tiempo…" Bueno, si quieres saber lo que habrías hecho entonces, mira tu estado actual ahora; y podrás ver lo que habrías hecho en aquel tiempo, porque ciertamente se está revelando.

Fueron entrenados para creer Su Palabra, y luego, cuando Su Palabra fue vindicada delante de sus propios ojos, negaron la Palabra que fue hecha vindicación. Cuando Dios probó lo que haría, y dijo lo que haría, y luego lo cumplió, ellos dieron la vuelta y llamaron a este Hombre un espíritu maligno, lo cual los maldijo a todos. Piensa en lo que sucedió. Piensa en lo que los llevó a eso; su formación los llevó a no reconocer la misma Palabra hecha carne para su día. La misma formación que recibieron en sus escuelas, con los mejores maestros... Y dices, "Bueno, nosotros no haríamos eso hoy." Sus maestros eran muy superiores a los nuestros de hoy, y aun así fracasaron. No tenían novecientas noventa y seis organizaciones diferentes como tenemos hoy. Tenían alrededor de tres. Y de esas tres, ninguna reconoció la Verdad. Esto solo demuestra que lo que el hombre hace es necedad para Dios. ¿Ves? Fallaron en reconocerlo. Y harían lo mismo otra vez.

…El hombre siempre está alabando a Dios, los hombres religiosos, por lo que Él hizo, y siempre señalando a la gente lo que Él va a hacer, y luego ignorando lo que Él está haciendo. ¿Ves? Así es el hombre; está hecho de esa manera; siempre ha sido así. Y ustedes, lectores de la Biblia esta noche, saben que eso está conforme a la Palabra, correcto. Siempre alaban a Dios por lo que ha hecho, dicen lo que hará, e ignoran lo que está haciendo. Es solo un hábito del hombre.

La razón por la que hicieron esto, los maestros, en mi opinión ahora: fue que interpretaron la Palabra, porque todos creían en un Mesías venidero. Todo Israel lo creía; de hecho, todavía lo creen hoy. Pero la razón por la que no lo reconocieron fue porque Su mensaje no encajaba con su molde eclesiástico. Su interpretación de la Palabra… el Mesías no se manifestó de la manera que ellos habían interpretado que lo haría. Entonces, por eso no lo reconocieron, porque no encajaba con su interpretación. Como he dicho antes y lo digo de nuevo: “Dios no necesita a nadie que interprete Su Palabra. Él es Su propio Intérprete.”